viernes, 20 de julio de 2012


Y DIOS SE HIZO CARNE

GALATAS
 
4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del

 tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer

 y nacido bajo la ley,

1°TIMOTEO

3:16 E indiscutiblemente, grande es el 

misterio de la piedad: 

Dios fue manifestado en carne, 
Justificado en el Espíritu, 
Visto de los ángeles, 
Predicado a los gentiles, 
Creído en el mundo, 
Recibido arriba en gloria.



ISAIAS

7:14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal:

 He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz

 un hijo, y llamará su nombre Emanuel.

9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es

 dado, y el principado sobre su hombro; y se

 llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios

 Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.


DIOS MISMO E HIJO DE DIOS

JUAN
3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo,

 que ha dado a su Hijo unigénito, para que

 todo aquel que en él cree, no se pierda, mas

 tenga vida eterna

ROMANOS

8:3 Porque lo que era imposible para la ley,

 por cuanto era débil por la carne, Dios,

 enviando a su Hijo en semejanza de carne de

 pecado y a causa del pecado, condenó al

 pecado en la carne;

8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo,

 sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo

 no nos dará también con él todas las cosa

1°JUAN

4:10 En esto consiste el amor: no en que

 nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él 

nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en

 propiciación por nuestros pecados.

HEBREOS

1:5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios

 jamás

Mi Hijo eres tú, 
Yo te he engendrado hoy,
y otra vez: 
Yo seré a él Padre, 
Y él me será a mí hijo?


GLORIA AL PADRE ES GLORIA AL
 HIJO

13:38

 Sabed,

 pues

, esto,

 varones

 hermanos:

 que por

 medio de

 él se os

 anuncia perdón de pecados


HEBREOS

5:4 Y nadie toma para sí esta honra, sino el

 que es llamado por Dios, como lo fue Aarón.


5:5 Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo

 haciéndose sumo sacerdote, sino el que le

 dijo: 
Tú eres mi Hijo, 
Yo te he engendrado hoy.
5:6 Como también dice en otro lugar: 
Tú eres sacerdote para siempre, 
Según el orden de Melquisedec.


FILIPENSES

2:4 no mirando cada uno por lo suyo propio,

 sino cada cual también por lo de los otros.

2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que 

hubo también en Cristo Jesús,


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